Pueden estar encendidas entre 1 a 2 horas aproximadamente, en un lugar despejado de objetos inflamables, claro que puedes dejarlas el tiempo que desees, pero ten en cuenta que el aroma se puede evaporar más rápido y así acostumbrarte rápido al olor, por ello no sentirás su fragancia como era antes.
Asegúrate de prender tu vela durante 2 a 3 horas la primera vez, debes verificar que la cera se haya derretido en los extremos formando una “piscina” antes de apagarla, esto evitará que se empiece a deformar cada vez que la enciendas.
1. Puedes poner el recipiente en el congelador durante toda la noche y la cera debería salir fácilmente al día siguiente.
2. Poner en baño maría el recipiente para derretir la cera y con servilletas o papel de cocina retirar los residuos, luego lavar con agua y jabón.
¡Las posibilidades son infinitas! Hemos probado desde una matera para una suculenta, de porta lápices, un recipiente para guardar elementos pequeños y muchas cosas más… Nos gusta ver como nuestros clientes les dan una segunda vida a los productos.
Cada una está realizada con cera de palma (para aromatizar) y cera de soya (para masajes), nuestros aromas son a base de aceites especiales y los pabilos están hechos 100% de algodón y no en poliestireno como las velas tradicionales que forma el hollín.
Cera de palma:
La cera de palma procede de un tipo de palmera denominada palmera carnauba. Estas palmeras han conseguido adaptarse perfectamente al clima de esta zona, donde tienen 6 meses de sequía, y para evitar perder agua, las hojas se recubren con una espesa capa de cera. Para la extracción, se cortan las hojas y se secan, para posteriormente triturarlas y que su grasa natural se desprenda. Este tipo de cera surgió a finales de los años 90, como una alternativa más económica a la cera de abeja y un producto de mayor calidad y menos contaminante que las ceras petroquímicas o parafinas.
Cera de soya:
La cera de soya, al igual que la de palma, es un invento bastante reciente. En los años 90, Michael Richards buscaba una alternativa natural más económica a la de las velas elaboradas con cera de abeja y más saludable y segura que las velas de origen petroquímico o parafina. Después de probar con distintos tipos de ceras vegetales, se decantó por las propiedades que ofrecía la soya. Se obtiene a partir de su grano, ya que de este se extrae el aceite, que posteriormente se convierte en grasa sólida.